Como sabrás nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños; todos los años sé hace una gran fiesta en mi honor y creo que en este año sucederá lo mismo. En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en el radio, en la televisión y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo poco que falta para que llegue el día. La verdad, es agradable saber, que al menos un día al año algunas personas piensan un poco en mi.
Como tu sabes, hace muchos años que comenzaron a festejar mi cumpleaños, al principio no parecían comprender y agradecer lo mucho que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para que lo celebran. La gente se reúne y se divierte mucho pero no sabe de que sé trata.
Recuerdo el año pasado al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor; Pero sabes una cosa?... ni siquiera me invitaron. Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme, la fiesta era para mí y cuando llego el gran día me dejaron afuera, me cerraron la puerta. ¡ Y yo que quería compartir la mesa con ellos!
La verdad no se sorprendió, porque en los últimos años todos me cierran las puertas. Como no me invitaron se me ocurrió estar sin hacer ruido y me quede en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos borrachos, contando chistes, carcajeándose, la estaban pasando en grande, para colmo llego un viejo gordo, vestido de rojo, de barba blanca, y gritando: JO JO JO JO JO; parecía que había bebido de mas, se dejo caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él, diciendo:SANTA CLAUS;
¡Como si la fiesta fuera en su honor!.
Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara ¿Y sabes? Nadie me abrazo. Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retire. Tal vez crean que yo nunca lloro, pero esa noche llore, me sentía destruido, como un ser abandonado, triste y olvidado.